¿Cómo usar la motivación para construir paciente?
Cuando recibimos a un consultante o sistema consultante, lo primero que necesitamos hacer es identificar a aquellas personas que estarán motivadas para trabajar en resolver el problema. ¿Quién quiere ayuda y para qué? ¿viene obligado por un tercero? ¿es un visitante, quejoso o cliente?
Para definir lo anterior, podemos hacer las siguientes preguntas:
¿Estás viniendo porque él / ella (el colegio, el juzgado) insistió, o vienes porque hay algo que te está molestando?
¿Habrías venido a verme si ella no te lo hubiese pedido/sugerido/obligado?
A pesar que él / ella está molesta por esta situación, ésta no parece aproblemarte ¿Hay alguna dificultad con la que te gustaría que yo te ayudara?
Estas preguntas nos ayudan a identificar si existe motor de cambio hacia algún objetivo/necesidad o no. En caso de existir, podemos dar inicio a la co-contrucción del problema y, paralelamente, necesitamos detenernos en la motivación que presente aquella persona que está ahí buscando ayuda.
Recordemos que la motivación la podemos definir como el énfasis que tenemos las personas hacia un determinado medio para satisfacer una necesidad, ya sea para poner en marcha una acción o para dejar de hacerla.
Para esto se evalúa y define cuan motivado está y a qué, es decir, qué busca el consultante ¿para qué cree que le puede ayudar este espacio?
Algunos indicadores que nos dan información respecto a esto son:
¿Llega puntual?
¿Cómo llega a tu consulta? ¿fue derivado por el juzgado, el colegio, la pareja lo obliga o viene por su propia voluntad? En caso de haber sido sugerido por el psiquiatra, amigo u otro, se recomienda preguntar ¿qué le dijo que hizo que decidieras venir?
El consultante presenta una queja, pero ¿está dispuesto a hacer algo por eso que lo aqueja y solucionarlo? Para saber esto una pregunta útil es ¿qué piensas que podemos hacer en terapia para empezar a mover las cosas en la dirección correcta?
¿Qué grado de importancia tiene para solucionarlo? Para esto podemos preguntar ¿quién parece estar más molesto o incómodo con esta situación?
¿Qué intentos de solución activa tiene o ha intentado? Algunas preguntas que invitan a recoger esta información: ¿Cómo has intentado resolver este problema? ¿Qué han hecho o dejado de hacer los demás por esto?
Cantidad y calidad de la información útil que entrega ¿Es colaborativo? Y si no lo es, ¿de donde surge esa postura no colaborativa?
¿Cuán involucrado o parte del problema se considera? Para conocer su teoría del problema podemos preguntar ¿cómo se explica lo que esta sucediendo?
¿Qué quiere lograr o que busca al consultar? Para esto podemos preguntar ¿para qué crees que te puede servir la terapia? Y así tener mayor claridad sobre que busca.
Esta información es fundamental porque nos permite saber con cuanto paciente contamos y si es que tenemos paciente para llevar un proceso de cambio. Recuerda que aquí se necesitan dos, no solo el terapeuta, el consultante es fundamental. Por eso es importante no “pisar el palito” y pensar el por qué está ahí, si tiene la energía, fuerza y motivación, que necesita desplegar para cualquier proceso de cambio.
Anita Ovalle M.
Abril 2024
