top of page

Aprender a cuidarse, clave para acompañar

  • supchile
  • hace 2 días
  • 3 Min. de lectura

Si eres terapeuta, probablemente varias veces te has visto en la necesidad de explicar - o explicarte - la diversidad de funciones y tareas que implica el acompañar a una persona que se encuentra en necesidad, en dolor o en confusión. Algunas de ellas son el escuchar con atención, sostener el dolor del otro, acompañar sus silencios, aclarar, no juzgar y facilitar movimientos internos. Todo ello exige un alto grado de disponibilidad emocional. En esta entrega recurrente, el riesgo de olvidar la tarea de cuidarnos, es alta: el cuerpo se tensa, la mente se sobrecarga, la sensibilidad —esa herramienta tan fina— comienza a opacarse y nuestra motivación y disfrute se ven afectadas. Comenzamos un lento y progresivo camino hacia el burnout, una sombra siempre presente en quienes trabajamos con el sufrimiento humano.


El autocuidado no es entonces una práctica “accesoria”, por el contrario, es una práctica de sostenibilidad clínica. Como plantea Norcross (2000), los terapeutas más efectivos no son necesariamente los más empáticos, sino aquellos que han aprendido a cuidar su equilibrio interno. La fatiga por compasión, el burnout y la sobreinvolucración emocional no distinguen edades ni escuelas terapéuticas; forman parte del paisaje profesional si no se instalan hábitos de cuidado deliberado.


Autocuidado del terapeuta
Autocuidado del terapeuta

 

Micro-prácticas para el día a día

Hablar de autocuidado no implica sumarse a un discurso de bienestar superficial, sino volver a lo básico: el cuerpo, la pausa, la respiración, la comunidad.

  • Deja espacio entre sesión y sesión: toma tres respiraciones conscientes, estira el cuello, mira por la ventana durante un minuto puede marcar la diferencia.

  • Rituales de cierre: apagar el computador, escribir una línea sobre algo significativo del día o simplemente caminar un par de cuadras antes de volver a casa, meditar o realizar actividad física ayudan a “desactivar el modo terapeuta” y reconectar con otras facetas del ser.

  • Supervisión y co-visión: compartir dudas o emociones con colegas no es signo de debilidad, sino una práctica ética de autocuidado colectivo. Figley (2002) subraya que la exposición reiterada al sufrimiento humano requiere redes de apoyo profesional para evitar la desensibilización. Comenta con tu supervisora la estrategia que estas utilizando, tus dudas, lo que te pasa en sesión, antes y después.

 

Conciencia plena como actividad de autocuidado diario

Muchas veces pensamos el autocuidado como algo que “haremos después”, cuando haya tiempo. Pero, en realidad, es una forma de presencia en el ahora. Jon Kabat-Zinn (1990) propone que la atención plena no se reduce a una técnica, sino a una manera de habitar la vida: reconocer lo que ocurre momento a momento, sin juicio. Desde esa mirada, preparar un café con calma, ordenar el escritorio, o darse un breve paseo entre sesiones pueden ser ejercicios de mindfulness encubiertos. No se trata de sumar actividades, sino de cuidar la calidad del estar.


En sesión utiliza la atención plena en 3 aspectos presentes: como estás tu (qué te pasa con lo que el consultante dice hace o no dice, etc.), cómo se va modificando la relación (nos distanciamos, aumento la confianza, noto si estamos tensos, etc.) y cómo está el consultante (su tensión, expresión, postura, tono de voz). Juega a estar consciente de todo lo que va ocurriendo.

 

Tal vez el mejor autocuidado no siempre sea un día libre o una escapada, sino recordar el sentido profundo de acompañar. Volver al centro, agradecer la confianza depositada en nosotros y saber que el bienestar del terapeuta no es egoísmo, sino parte del trabajo clínico.

 

Ps. Daniel Jorquera

Diciembre 2025

 

 

Referencias

  • Figley, C. R. (2002). Compassion fatigue: Psychotherapists’ chronic lack of self care. Journal of Clinical Psychology, 58(11), 1433-1441.

  • Kabat-Zinn, J. (1990). Full Catastrophe Living: Using the Wisdom of Your Body and Mind to Face Stress, Pain, and Illness. New York: Dell.

  • Norcross, J. C. (2000). Psychotherapist self-care: Practitioner-tested, research-informed strategies. Professional Psychology: Research and Practice, 31(6), 710-713.

  • Skovholt, T. M., & Trotter-Mathison, M. (2016). The Resilient Practitioner: Burnout Prevention and Self-Care Strategies for Counselors, Therapists, Teachers, and Health Professionals. Routledge.

Comentarios


Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square

© 2023 by Name of Site. Proudly created with Wix.com

    bottom of page