top of page

¿Qué significa llevar un proceso de terapia compasivo con el consultante… y con uno mismo?

La palabra compasión, si bien entendemos hacia donde apunta, al preguntar a otros, su significativo no está muy claro, menos en procesos de terapia. Trabajar desde la compasión se refiere, como lo plantea Gonzalo Brito, a enfocarnos en un sentido de cuidado básico, sensibilidad y apertura hacia el sentimiento propio y el de los demás, y la intención genuina de intentar aliviarlo y prevenirlo. Se requiere de coraje para mirar el sufrimiento de frente, disposición a tolerarlo y manejar la angustia que puede generar. Entonces la compasión aparece cuando hago algo con esto, es decir, no solo mirar el sufrimiento de frente y saber que exste, sino que hacer algo al respecto.


La compasión sería una motivación de aliviar y prevenir el sufrimiento que es compatible con distintos estados emocionales, por ejemplo, existe el enojo compasivo. Para esto es fundamental tener precisión empática, es decir, realmente saber qué es lo que hace falta, preguntarme y preguntar al otro que es lo que necesita. Y para esta intención compasiva necesitamos desarrollar sabiduría. Entonces compasión es aquello que ayuda, específicamente, a aliviar y prevenir el sufrimiento y tiene 6 aspectos:

  • Tomar conciencia de que existe sufrimiento, darme cuenta, mirarlo y no evitarlo.

  • Existencia de una resonancia afectiva, esto es, realmente sentime “tocada” por ese sufrimiento.

  • Tener la intensión de que ese sufrimiento se alivie, que exista la intención de que ocurra algo positivo.

  • Motivación a hacer algo, a movilizarse, esto es, que exista la disposición a la acción de ayuda para aliviar el sufrimiento.

  • Realizar una conducta o acción compasiva que puede ser muy evidente y concreta o más sutil.

  • Surge la satisfacción compasiva donde nuestro cuerpo genera cambios con la sensación de bienestar al actuar de forma altruista. En estos casos, aumenta la secreción de dopamina. Como especie necesitamos cooperar ya que esto nos permite pertenecer a un grupo y, de esta forma, aumentan mis posibilidades de supervivencia. Entonces, ser un aporte al grupo, genera que me valoren más, por lo tanto, mayor protección, mayor posibilidad de supervivencia y esto, biologicamente el cuerpo lo recompensa.

Entonces cuando trabajamos desde la compasión nos hacemos cargo de las acciones que ayudan a aliviar y prevenir el sufrimiento del otro, y tambien conmigo ya que si no soy compasiva conmigo ¿qué pasaría? Termino agotandome o en un colapso de la compasión, es decir, mientras más información manejo sobre situaciones de sufrimiento, la sensación de no poder hacer algo comienza a aumentar, lo que lleva a un agotamiento emocional. ¿Y quienestrabajan constantemente con el sufrimiento de las personas? Las terapeutas (entre otros muchos trabajos obviamente)… por eso una forma de no “quemarnos” en nuestra labor es poder cuidarnos y trabajar en nosotras mismas desde la compasion, es decir, detenernos un momento y preguntarnos: ¿qué necesito ahora? ¿lo estoy pasando mal? ¿estoy bien donde estoy y con lo que estoy haciendo? ¿necesito cambiar algo?


Si no lo practicamos en nosotras, se hace muy difícil practicarlo con otros, por lo tanto, se nos dificulta también hacer nuestro trabajo. Una idea útil es practicar la regulación con los consultantes y puedes ver cómo hacerlo en el artículo ¿Sabes cómo regularte junto a tu paciente? que publicamos hace algunas semanas.


Antonella Longo M.

Mayo 2023



Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page