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7 Intervenciones para cuidar la Alianza Terapéutica

¿Te ha pasado que tu paciente emite comentarios como “en verdad no creo que esto me pueda ayudar”, o empieza a faltar a las sesiones sin previo aviso ya que “se le olvidó”, o empieza a tener respuestas monosilábicas, o ignora tus comentarios, o incluso cuestiona tus intervenciones?

Estas expresiones de sentimientos negativos, ya sea hacia el terapeuta o la terapia en sí, pueden ser señales que nos hablen acerca de una posible fluctuación de la alianza terapéutica.


Es común que ocurran en psicoterapia y los malentendidos son, probablemente, inevitables. Sin embargo, es nuestra responsabilidad hacernos cargo de lo que está sucediendo en el proceso clínico. Y para esto es imprescindible estar constatemente evaluando la alianza por medio de la observación del proceso para identificar cuando aparecen estos comportamientos y actitudes de los pacientes que son claras señales de que algo anda mal.


Recordemos que fue Bordin (1976) quien ofrece una reformulación transteórica del concepto psicoanalítico de alianza y la propone como una relación consciente, en el aquí y el ahora, y que podría estar influenciada por relaciones pasadas y vínculos no resueltos del paciente. Además de estar compuesta por tres elementos:

-Vínculo: se refiere a la compleja red de conexiones entre el cliente y el terapeuta, que incluyen mutua aceptación y confianza. La calidad de este vínculo determina el tono emocional de la vivencia que el paciente tiene del terapeuta y esto influye en su colaboración en psicoterapia.

-Metas: es el grado de acuerdo entre las partes respecto a los objetivos de la intervención. Tanto el cliente como el terapeuta deben respaldar y valorar las metas.

-Tareas: alude al acuerdo acerca de los medios que son adecuados para conseguir los objetivos propuestos. Ambas partes deben percibirlas como relevantes y eficaces.

Entonces ¿qué hacer para cuidar la alianza y evitar un quiebre o rupturas de alianza, entendiendo que estas van desde fluctuaciones menores en la relación terapéutica hasta una deserción del proceso? ¿de qué depende el desenlace de la situación?


Depende de la maniobrabilidad del terapeuta para pesquisar y hacerse cargo de lo sucedido. Aquí dejamos varias estrategias:


Durante las primeras sesiones (ojalá la primera) preguntar sobre:

a. Expectativas que tiene sobre el terapeuta y el proceso. ¿Qué esperas de mi como terapeuta? ¿Qué te gustaría llevarte de este espacio?

b. Tratamientos anteriores nos mostrara qué le gusto y que no le gusto, o que le fue útil y que no lo fue, por ejemplo, que el terapeuta anterior era olvidadizo, poco atento o crítico, lo que resultaba en sentimientos displacenteros hacia su terapeuta (rabia o sentimientos de abandono).

c. Pedir feedback desde un principio. Durante la primera sesión preguntar ¿Qué te pareció esta primera sesión? ¿hay algo que haya sucedido que no te gustaría que volviese a suceder? ¿te sentiste comprendida/o? ¿pude entendender lo que estabas expresándome?

d. Dentro del encuadre explicitar que le estaremos pidiendo feedback, planteamos el espacio de psicoterapia como lugar de trabajo donde somos los dos agentes activos en la construcción y elaboración del cambio, cuyo feedback es uno de los principales indicadores para saber como vamos, en todo sentido (vinculo, metas y tareas).


Durante el proceso:

a. Mantenerse pidiendo feedback:

¿Con que te quedas de la conversación de hoy?

¿Con que te quedaste de la sesión pasada?

¿Cómo te sentiste durante esta sesión?

¿Pasó algo que te haya incomodado?

Si el paciente dice haberse sentido incomodo por algún comentario, debemos ir directo a reparar ese vínculo. Si quieres saber más sobre cómo manejar un posible quiebre en el vínculo, te invitamos a leer este artículo y también este.

b. Hacer evaluaciones de proceso en relación al motivo de consulta.

c. Indagar y chequear en qué elemento de la alianza se está dando la ruptura, ¿tiene que ver con el vínculo?, ¿las tareas?, ¿objetivos? ¿con todos?


¿Cómo cuidas la alianza terapéutica? Finalmente representa el vehículo que facilita el uso de distintas técnicas e intervenciones específicas en psicoterapia. ¡Sin ella, corremos el riesgo de quedarnos sin paciente!




Safran, J. y Muran, J.C. (2000) La alianza terapéutica. Ed. Desclée.

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