¿Cómo nos estamos tratando a nosotras mismas?

Un término que ha estado muy en boga en este último tiempo, y que muchas veces no está dentro de nuestras prioridades (siendo que es tremendamente importante), es la forma en la que nos tratamos a nosotras mismas cuando las cosas no van como esperábamos. Quizás tendemos a tener más presente ser compasivas, amables y/o comprensivas con otros, ya sean amigos, familia, compañeros de trabajo, pacientes etc., pero… ¿que hay de nosotras mismas? ¿Cómo nos estamos tratando?

Kristin Neff, psicóloga estadounidense, define autocompasión no distinto a la compasión por los demás, sino que habla del “arte de la compasión por uno mismo” y propone mirar este término desde estos 3 elementos primarios:

• Bondad (atención, comprensión por uno mismo ante el juicio): Ser cariñosa contigo misma desde una actitud proactiva, desde el querer hacer lo que puedas para ayudarte a sentir lo mejor posible en este momento, sin negar la dificultad de la situación, sino que entendiéndola.

• Sentido de humanidad (frente al aislamiento): Cuando algo negativo nos ocurre, tendemos a volvernos irracionalmente egocéntricos: “¿por qué a mí? ¡esto me pasa solo a mí! ¡soy el único que pasa por esto!”… Resulta que esos pensamientos nos hacen sentir cada vez más aisladas de nuestros cercanos y eso es aterrador, ya que desde nuestra fisiología y desde nuestra esencia, somos seres sociales y necesitamos de un otro. Desde la mirada de la autocompasión, la invitación es a reconocer nuestra experiencia como parte de la experiencia también de los demás. A quitarle poder a esos pensamientos, dejar de pelear con ellos: “¡esto no debería pasar! ¡todo está mal! ¡por qué a mi!” y encaminarnos hacia la aceptación y conciencia plena.

• Sentido de plena conciencia del sufrimiento que nos ocurre (versus la sobre identificación): ser consiente de nuestro sufrimiento o dolor para poder darle compasión y no autocritica (que tiende a ser lo que primero hacemos). Nos invita entonces a identificarlo, a quedarnos un momento con él y, desde ahí, poder ofrecernos el cuidado y apoyo que necesitamos.

Luego de haber leído lo anterior, te invito a reflexionar sobre alguna situación difícil que estés experimentando:

Detente a mirarla como lo que es: “una situación difícil”, sin negarle esa dificultad. Respira profundo y haz el ejercicio de mirarla, no desde las perspectivas más automáticas de la autocrítica o en modo “resolución de conflicto”, sino desde la conciencia plena y aceptación, a pesar de no estar de acuerdo. Simplemente dejando, por un momento, de pelear contra esa situación… Tómate un momento, respira y desde esta mirada más compasiva pregúntate: ¿qué necesito YO ahora para cuidarme respecto de esta dificultad?... dedica unos minutos para pensarlo, anótalo, déjalo en un lugar visible y comprométete contigo misma/o a cumplir con aquellas cosas que desde ahora sabes que te cuidan y ayudan a estar mejor.

Ignacia Eissmann

Red Apóyate, Septiembre 2023