¿Cómo te acompaño en tomar esa decisión?

El tomar decisiones es un tremendo tema y muchas veces llega gente a terapia preguntándonos directamente qué decisión tomar, pero ¿podemos nosotras decirles qué decisión tomar? Por supuesto que ¡no! No está en nuestro rol como terapeutas el hacer una elección por la otra persona y tenemos que poner mucha atención en esto ya que es fácil caer en aconsejar o decir “que hacer”. Entonces ¿cómo responder a esto?

Es necesario entender que cuando alguien tiene dificultades para tomar una decisión es porque se está viendo enfrentado a dos o más alternativas que se muestran igual de buenas pero con distintas características, entonces generalmente aparece la duda constante de que si se elige la opción A, se pierden todos los beneficios de B, y si se elige B, se pierden los beneficios de A. Si a esto le sumamos más opciones, se complejiza aún más, ya lo explicaba hace años Barry Schwartz al hablar de la paradoja de la elección donde plantea que mientras más opciones tenemos, es más posible paralizarnos sin poder elegir. Si a esto le sumamos un funcionamiento más ansioso, la duda y los pensamientos de “y si…” se hacen eternos.

Lo primero que es fundamental tener claro y transmitir, es que ninguna decisión es buena o mala en sí misma, si no que lo será de acuerdo al objetivo que la persona esté buscando, es decir, es necesario definir qué se quiere conseguir, cuál es el objetivo final, ya que eso da una posible ruta de cómo ir avanzando.

En segundo lugar, es muy útil identificar claramente los valores de la persona, qué le importa, qué está dispuesto a flexibilizar y qué no, ya que esto ayuda a ir acotando posibilidades.

También entender que cualquiera sea la opción elegida, siempre va a tener costos y beneficios, por lo tanto, teniendo claro el objetivo y los valores, es útil definir cuál es el beneficio principal que se quiere alcanzar y cuáles son los costos que se está dispuesto a asumir ya que siempre van a estar, solo hay que ver qué tanto impacto podrían tener.

No siempre es así, pero muchas veces, estás decisiones no son tan definitivas y poder conversar de esto también hace un cambio, por ejemplo qué carrera elegir, con qué trabajo quedarse o hacer un cambio de ciudad, son cosas que pueden volver a cambiar solo que al estar demasiado “cerca” de esta decisión, se tiende a olvidar.

Lo mismo ocurre con las creencias, por ejemplo, el otro día en una terapia una paciente dice “debería hacer mi especialidad en esta área ya que siempre me ha gustado pero no sé si hacerlo en mi universidad actual porque me siento muy cómoda, o cambiarme a esta otra universidad que sé que también es buena”, entonces hablábamos de cuál sería para ella el problema de mantenerse en un lugar donde se siente cómoda y fuimos viendo que a la base estaba esta creencia de tener que desafiarse constantemente, de renunciar a la zona de confort, etc., sin embargo ¿será este el momento del desafío? ¿O quizás poder avanzar al ritmo que se puede avanzar en estos momentos? No tiene nada de malo el querer desafiarse, solo que también es necesario mirar el contexto (interno y externo) para ver cómo moverse.

Finalmente es fundamental tener la humildad de reconocer que yo no soy la experta en la vida del otro sino que cada uno es experto en sí mismo, por lo tanto sus decisiones deben ser suyas. Incluso le puedo preguntar de qué le sirve que sea yo quien elija qué cambio haría y mostrar que si yo elijo no le estoy permitiendo tomar su decisión, además que no necesariamente sería “la mejor decisión”.

Cómo plantea Ruth Chang, estar entre decisiones difíciles es lo que nos hace humanos, es lo que nos permite ser distintos y no estar automatizados eligiendo “lo que nos corresponde” o lo que es más lógico de acuerdo a convenciones sociales. Y esta es una redefinición que podemos trabajar también dentro de la terapia, de esta forma cambiar el foco de la decisión como un problema, hacia poder verlo como un experimento que nos permite ir descubriendo nuevos caminos, conocernos de formas distintas y atrevernos a equivocarnos ya que de esta forma aprendemos y vamos creciendo.