¿Cómo comunicarme con mi paciente según la resistencia que presenta? - Parte II
- Anita Ovalle
- hace 6 días
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En este articulo seguiremos desarrollando las resistencias propias al cambio y cómo abordarlas, es decir, cómo comunicarnos y qué estrategias poner en práctica para utilizar la resistencia a favor del cambio. En el artículo anterior presentamos las primeras dos resistencias, hoy nos detendremos en las siguientes dos:
Resistencia tipo 3: La incapacidad aparente de cambiar
En estos casos el paciente quiere cambiar, pero dice que no puede. Se siente bloqueado o atrapado en su problema. Similar pero distinto al anterior, en el sentido que está ambivalente frente al cambio, pero no por desconfianza, sino que por la sensación de no poder. De cierta manera es un opositor oculto, ya que no dice que no quiere cambiar, dice que no ha podido.
Dado que está ambivalente, entonces los terapeutas debemos asumir una postura ambivalente y de duda frente al cambio. En estas situaciones podemos encontrarnos con pacientes que no hacen las tareas, siendo que se comprometen a hacerlas, entonces tomamos esta resistencia u oposición y la ocuparemos a favor. Giorgio Nardone nos propone utilizar la estratagema “matar a la serpiente con su propio veneno”, es decir, si alguien habla mal de ti, se más amable y manifiéstale públicamente tu estima como si fuera un gran aliado, no un enemigo. Así su acción se vuelve en contra de él.
Entonces ciertas estrategias a utilizar serán la prescripción de la misma resistencia y/o del síntoma, tareas paradojales y reestructuración de la percepción del problema.

A modo de ejemplo, podemos pensar en el caso en que después de varias sesiones que el paciente no hace las tareas, se aclara su oposición diciendo “llevamos varias sesiones y uno ha tratado de cambiar las tareas, hacerlas pequeñas, sin embargo, quizás tengamos que decir que tu no tiene los recursos emocionales o energéticos necesario para cambiar. Hay otras personas con el mismo problema que lo han resuelto, pero también entran en juego los recursos, no todos tienen los mismos recursos, puede que en tu situación no consiga hacerlo”.
Cuando un opositor escucha que no tiene recursos, siente la necesidad de oponerse y decir que si los tiene, y la única manera de confirmar y demostrar que si tiene recursos es haciéndolo. Debemos seguir utilizando la fuerza de esta oposición para seguir el cambio, “ahora bien no porque lo conseguiste una vez significa que lo podrás mantener a través del tiempo, ahora veremos si tienes los recursos.”
Si lo miramos como una imagen, es como estar corriendo detrás del otro para que lo solucione entonces debemos salir de ahí, devolverle la responsabilidad, él es quien tiene el problema.
Nunca hay que pedirle de manera directa que haga algo, porque no lo hará. Ahora bien, la prescripción que se escoja no es lo primordial, sino más bien la forma en que lo comunicamos y esta debe ser: “habría algo que podría funcionar en su caso, pero no te lo digo porque sé que no lo pondrás en práctica”, el paciente insiste y nosotros le decimos “¿para qué? tú me vas a decir que no lo puedes hacer, que la hora no te acomoda, que eso no va a funcionar, entonces evitemos la frustración…”
Resistencia tipo 4: La dependencia del problema
Aquí es donde encontramos que el problema se ha convertido en parte de la identidad del paciente o de su entorno, y el cambio representa una amenaza real para él o para quienes lo rodean, dada las desventajas de cambiar, entre otras razones.
Se sugiere presentar el cambio como algo progresivo y beneficioso, donde queda fuera de riesgo su identidad, entregando la seguridad suficiente para que se atreva, con miedo, a dar los primeros pasos. Para que el paciente siente que tiene el control del cambio y, entonces, de lo que va pasando, se sugiere trabajar con preguntas con ilusión de alternativas.
La ilusión de alternativa es una pregunta con 2 alternativas de respuesta que permiten descartar el 50% de posibilidades y que, se elija la opción que se elija, se obtiene el objetivo que se quiere conseguir, por ejemplo “¿dónde tendrás esa conversación, en la casa o en un lugar público?”
Al leer este artículo, me imagino que más de alguna de estas situaciones o resistencias has tenido con tus pacientes, ¿cómo maniobras en esos momentos? ¿alguna de estas intervenciones te resuena o te parecen una locura? ¿qué te parece la idea de acoplar las resistencias al cambio y utilizarlas a favor, más que dejarlas como un impedimento para avanzar?
Anita Ovalle M.
Marzo 2025
Referencias:
Nardone, G. (2013) El arte de la estratagema. Editorial Herder, Barcelona.
Prochaska, J. DiClemente, C. Traducido de Mark A. Hubble, Barry L. Duncan and Scott D. Miller, Bruce E. Wampold. The Heart and Soul of Change: What Works in Therapy. (Eds.), Washington, DC: American Psychological Association, 1999, p. 227-255
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