¿Cómo trabajar en una sana autoestima?

Se habla mucho de la autoestima, a la consulta llega mucha gente diciendo “tengo baja autoestima” o “necesito mejorar mi autoestima”, sin embargo, este es un concepto que cada persona puede entender de distintas formas y que, por lo mismo, evaluará con distintos indicadores si esta autoestima “mejoró” o no. Entonces lo primero es poder definir con ese consultante a qué se refiere con “mejorar mi autoestima” y construir en conjunto cómo esto se irá evaluando.

Es fundamental tener claro que la autoestima no se hereda, sino que se construye, es un trabajo constante donde ponemos la lupa en la valoración interna que cada uno hace de sí mismo. En terminos generales, Roberta Milaneses en su libro El Engañosos Miedo a No Estar a la Altura (Herder, 2021) propone un decálogo para desarrollar una sana autoestima:

AFRONTAR LOS DESAFIOS QUE LA VIDA TE PROPONE: cuando evitamos desafios, no sabemos si saldremos exitosos o no de estos, por lo tanto, no sabemos (o no comprobamos) si contamos con las habilidades para superar el desafio. Al enfrentarlos, podemos ver que tenemos la capacidad de superarlos o, por lo menos, atravesarlos y lograr aprendizajes.
ELEVAR PROGRESIVAMENTE EL LISTÓN, PERO NO TE PLANTEES OBJETIVOS IMPOSIBLES: establecer metas realistas tanto en su tamaño como en el plazo para cumplirlas, y comenzar con metas pequeñas para ir practicando antes de ir estableciendo metas más grandes.
NADIE PUEDE “SALTAR” EN TU LUGAR: cada persona debe enfrentar sus desafios, de esta forma va desarrolando confianza en si mismo, esto no significa que no haya apoyo ya que, incluso el mejor saltador necesita consejos del entrenador. Si permitimos que otros resuelvan nuestros desafios, perdemos una oportunidad de crecimiento, además de aumentar nuestras inseguridades.
LA PERFECCIÓN ES ENEMIGA DE LA EXCELENCIA: la perfección es ireal y nos estanca, por eso, para sobresalir es necesario aceptar una pequeña imperfección que proteja de la gran imperfección.
NO SE PUEDE COMPLACER A TODO EL MUNDO: simplemente es imposible e intentar hacerlo significa renunciar a nosotros mismo. Para profundizar en este punto leer el artículo ¿Es posible gustarle a todo el mundo? Partes 1 y 2 donde profundizamos en cómo trabajar este tema.
LAS RELACIONES SON COMO EL TANGO: es decir, son como un baile que se hace de a dos, son recíprocas, cada uno hace sus pasos en sintonía con el otro. Para profundizar en cómo modificar patroles relaciones para mantener relaciones más sanas puedes hacer click acá y leer este artículo.
QUIEN NO CAMBIA ESTÁ PERDIDO: es¡n este mundo en constanto cambio, para seguir siendo eficaces debemos lograr ser flexibles y adaptables, entonces alguna estrategia que sirvió en el pasado, no necesariamente seguirá sirviendo en el presente o en el futuro, por eso debemos estar atentas y poder cambiar lo que no funciona.
EL CORAZÓN TIENE RAZONES QUE LA MENTE NO CONOCE: es imposible tener todo “bajo control”, sobretodo el mundo emocional ya que no es lógico ni racional. Las emociones se aprenden a gestionar sin un control rigido o, paradojicamente, corremos el riesgo de descontrol. Inluso, debemos permitirnos la vulnerabilidad ya que si la negamos se convierte en una debilidad peligrosa, mientras que si la aceptamos puede transformarse incluso en un punto de fuerza. Para profundizar en este punto puedes leer el artículo ¿Para qué nos sirve Asumirnos Vulnerables en Momentos de Crisis?
EMPLEA EL TIEMPO EN MEJORARTE A TI MISMO: aunque nos sintamos bien y conforme on nosotros mismos, es importante continuar nuestro desarrollo, seguir aprendiendo, seguir entrenandonos en las areas que nos interesan. Como dijo Nietzsche, en la vida todo lo que no nos eleva puede rebajarnos.
SOLO ESTAMOS DERROTADOS CUANDO NOS RENDIMOS: todo progreso implica algun fracaso, siempre hay deventajas asociadas a los cambios, entonces el camino para llegar a ser competentes implica caerse y volver a levantarse. El fracaso nunca es una derrota, sino una parte integrante de la posibilidad de alcanzar el éxito. La alternativa es rendirse y ese sería el verdadero fracaso.