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¿Sabes qué es y para qué sirve el autoengaño terapéutico?

Un autoengaño terapéutico es “la habilidad de un sujeto para construir visiones de la realidad que lo conduzcan a cambiar sus disposiciones y reacciones disfuncionales” (Nardone, 1998). En otras palabras, si logramos contarnos historias o fabricar creencias que nos hacen sufrir, también podemos hacer esto mismo en la dirección contraria, es decir, contarnos historias o fabricar creencias que ayuden a sentirnos bien. En terapia nosotras podemos ir co-creando autoengaños terapéuticos con nuestros consultantes, siempre en la dirección de aumentar sus posibilidades de acción e ir apoyando en la resolución de problemas.


Giorgio Nardone entrega 4 estrategias simples con las que podemos trabajar en problemas que no entran en la categoría de patologías, más bien situaciones donde las personas sin quererlo, se ven entrampadas en sus propios autoengaños:


  • Identificar soluciones intentadas: observar y descubrir cuáles son las tendencias de las reacciones que se repiten en el tiempo. Son modalidades de acción y reacción redundantes en la manera de enfrentar un problema. Se deben identificar las que han sido exitosas y, más importante aún, las que a pesar de repetirse, no logran el resultado buscado.

  • Incrementar las posibilidades de elección: analizar alguna situación problemática y encontrar, más allá de lo que surge espontáneamente, al menos otras cinco estrategias de solución. Suele ser fácil encontrar 3 nuevas estrategias, sin embargo es importante encontrar 5 ya que genera un mayor repertorio de soluciones. Luego, frente al problema, aplicar la primera de estas 5 alternativas; si no produce los resultados deseados, continuar con la siguiente. Este ejercicio evita caer en la trampa de la rigidez al quedarse “pegado” en una determinada estrategia o solución intentada no exitosa.

  • Cada cosa conduce a otra cosa: es importante recordar que en la naturaleza, en los procesos mentales y sociales, incluso el elemento más grande está compuesto por varios pequeños elementos, entonces cuando aparecen grandes problemas, lo más útil es centrarse en el cambio más pequeño y concreto que se pueda producir, el que será seguido por otro pequeño cambio, que a su vez será seguido por otro pequeño cambio y así, hasta que finalmente la suma de pequeños cambios llevará a un gran cambio.

  • La técnica del escalador: frente a un problema complejo, para construir una estrategia eficiente, es útil partir por el final, es decir, comenzar definiendo el objetivo a alcanzar y luego imaginar cuál seria la etapa inmediatamente anterior a alcanzar este objetivo. Al tenerla concretamente definida, identificar cuál sería la etapa anterior a esta, y la anterior, y así hasta llegar a la situación actual o punto de partida. Con esto logramos subdividir el recorrido en una serie de etapas sucesivas, entonces dividimos el gran objetivo en pequeños objetivos que son abordables con mayor facilidad.


Estas estrategias facilitan el logro de un cambio efectivo de una situación problemática, ayuda a la persona a tener mayor sensación de control sobre lo que puede hacer para solucionar lo que lo aproblema, lo que inmediatamente genera una disminución en la sensación de impotencia incrementando la confianza en el éxito final.



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Nardone, G. (1998) Psicosoluciones. Editorial Herder.

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