Los diez infalibles del autocuidado

Es importante recordar que el autocuidado es una actividad, o una serie de ellas, gestionada por una persona o comunidad que busca promover la salud, prevenir la enfermedad, y/o restablecerla cuando ya existe. Es una conducta cuyo propósito es mantener el bienestar y equilibrio individual, que es personal y gestionada de manera distintas para todos. En el fondo, es una herramienta que se despliega, cuando su peor enemigo, el estrés, aparece. En nuestro trabajo como terapeutas, el autocuidado es especialmente importante ay que nosotros somos nuestra herramienta de trabajo, por lo tanto, debemos funcionar bien.

Ahora lo sorprendente es que, según la Superintendencia de Seguridad Social en Chile, 1 de cada 5 personas (hombres y mujeres) sufren niveles altos de estrés negativo al menos 15 días al mes, es decir, un 80% de los adultos chilenos sufren de estrés.

Ahora bien, si yo no me preocupo de reconocer mis síntomas de estrés, difícil es gestionar mi autocuidado, por lo mismo, la idea es estar midiendo el termómetro personal para activar las medidas preventivas y poder mantener un balance.

Entonces, ¿cómo cuidarme? Hay 10 ideas infalibles:

Conocer muy bien cuales son mis responsabilidades, es decir saber qué es lo que sí está bajo mi control y lo que no está. Acordemonos nos que no somos Wonder Woman.
Buscar ayuda cuando la necesito. Esto implica darme cuenta de que necesito algo, luego saber qué es eso, quien me puede ayudar, cómo me puede ayudar, y luego atreverme a pedir ayuda.
Tener horarios razonables, preocuparme de que mis días no sean solo espacios laborales.
Exigir una carga de trabajo razonable a la propia capacidad. Hay veces que se puede, y hay veces que no se puede, y ese límite solo lo sabes tú. Es tu responsabilidad establecerlo
Ejercitar frecuentemente. Preocúpate de moverte; si no haces deporte, entonces caminar al trabajo, subir por las escaleras en vez de tomar el ascensor… no al sedentarismo.
Comer saludablemente 5 veces al día. Esto significa parar a comer, es decir, no tomar desayuno arriba del auto, tampoco almorzar durante la reunión ni así corriendo por la vida. Sino que detenerse a comer y disfrutar de su descanso.
Dormir entre 7 y 8 horas, o el promedio de horas con que tu cuerpo despierte descansado.
Utilizar técnicas de relajación como la respiración profunda, pausa planificada, etc.
Mantener la comunicación con tu familia y amigos.
Preocúpate de expresar tus necesidades e inquietudes en tu trabajo, no te quedes solo con la información, ya que solo te coartas de la oportunidad de encontrar soluciones y ayuda.