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¿Conoces la importancia de la creatividad en psicoterapia?

Todo ser humano tiene la capacidad de ser creativo y nosotras como psicólogas lo necesitamos especialmente, ya que, como lo hemos dicho repetidas veces, cada persona es distinta y nosotras debemos acoplarnos a los diferentes consultantes, nuestros estilos comunicacionales deben ser complementarios al del otro si queremos ser más eficaces en nuestras intervenciones.


Giorgio Nardone nos habla de esto en su articulo Creare dal Nulla (crear desde la nada) donde plantea que “el punto más elevado del pensamiento estratégico, o realmente cuando la mente se orienta a encontrar la forma de lograr su propósito, está representado por el acto creativo”. De acuerdo a las palabras de William James, “percibir las cosas desde una perspectiva no ordinaria” nos permite encontrar una solución a los problemas aparentemente imposibles de resolver.


Nardone plantea que en el antiguo arte de la estratagema china, esto generalmente se hace con la formula “crear desde la nada”, es decir, inventar algo que no está, para resolver circunstancias imposibles de superar con lo que se tiene a disposición. La sugestiva expresión es muy sorprendente y puede parecer, para quien esté vinculado con el pensamiento lógico-racional, una afirmación absurda. Ya lo decía el filosofo Wittgenstein: muchas veces “es necesario pasar por lo ilógico para volverse lógico”.


La creatividad es un fenómeno mental que escapa a una descripción objetiva o a una reproducción experimental, además son actos cualitativos, saltos lógicos y apertura hacia lo que el rigor metodológico por su naturaleza y función no puede contemplar. Esto no significa que ser creativo sea un fenómeno privado de reglas a pesar de su sorprendente originalidad. De hecho, el estudio de cómo los grandes inventores y genios lograron producciones, al punto de ir mas allá de los limites precedentes, sugiere algunos caminos mentales específicos del acto creativo.


El primero y más importante, conocido como el “efecto Eureka”, por la célebre expresión de Arquímedes, está representado por desviar la mente del esfuerzo voluntario de encontrar la solución creativa para acceder a la intuición. De hecho, se cuenta que el mismo Arquímedes cuando estaba en una dificultad creativa se sumergía en un baño de agua caliente con vapores perfumados para desviar su mente; y fue precisamente gracias a esto que una vez fue presa de una deslumbrante intuición y salió gritando “Eureka”.


Leonardo da Vinci se sumergía en una especie de estado hipnótico sosteniendo elevada una pelota de vidrio con un brazo extendido con los ojos cerrados, centrando la mente en ese ejercicio para distraerla del esfuerzo voluntario, e ineficaz, de crear algo nuevo.


Einstein, siglos después, cuando tropezaba con una dificultad, solía interrumpir el trabajo y empezar a tocar violín, liberando así la mente de la solución intentada de hacer un esfuerzo voluntario por producir algo espontáneo. De hecho, el esfuerzo de ser creativo bloquea la posibilidad de serlo ya que produce un efecto paradójico de inhibición de la misma creatividad. Hoy las neurociencias demuestran que la reacción consiente es, la mayoría de las veces, mucho menos eficaz que lo inconsciente, tanto que Daniel Denett habla de “competencias sin comprensión”, refiriéndose a la capacidad del ser humano y de los animales más evolucionados de encontrar soluciones creativas e inesperadas sin tener plena conciencia del proceso que permite acceder a ellas. Al respecto, recordemos a la orca del acuario de Nueva York que años atrás literalmente inventó una estrategia de cacería: esto era vomitar parte de la comida que le daban, para después hundirse al fondo de la piscina mientras el vómito flotaba; entonces esperaba a los pelícanos y gaviotas que venían para comérselo pero que en realidad terminaban en las fauces de la misma orca.


Esto podría ser definido como el proceso de un pensamiento estratégico consiente que ha evaluado todas las condiciones y ha encontrado la solución creativa, sin embargo en los hechos, como suele ocurrir en la naturaleza, se trata de eventos casuales, que, a través de acciones que surgen de forma espontanea y no son deliberadamente planificadas, gatillan el descubrimiento de soluciones innovadoras a problemas hasta ahora no resueltos por ningún miembro de la especie.


En la especie humana la evolución ha llevado a afinar aun más la idea de “competencia sin comprensión”; hoy sabemos, de hecho, que sobre el 80% de nuestra actividad mental se activa bajo el nivel de conciencia. Como prevenía Nietzsche, la ciencia necesita números para defenderse del ignorante, olvidándose estratégicamente de que los mismos números son una invención del hombre para crear un segurísimo orden de la naturaleza y del funcionamiento de las cosas.


Por lo tanto, si queremos aprender a ser creativas, tenemos que aprender a evitar esforzarnos por ser creativas y mirar las cosas buscando obtener la mayor cantidad de puntos de vista posibles, buscando también las vías no ordinarias. Incluso, activar racionalmente un camino irracional que amplifique nuestra percepción más que nuestra comprensión.


Si quieres leer el articulo completo, lo puedes encontrar en www.psicologiacontemporanea.it

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