¿Cómo construir un cliente autosanador activo?
La psicoterapia provee un contexto de apoyo donde las personas hacen uso de sus recursos naturales para ir mejorando su situación. Los terapeutas proveemos el espacio de trabajo apoyador y empático que le permite al consultante activar sus procesos de pensamiento e inteligencia, y así, vamos formando un diálogo co-constructivo con el cliente: ambos pensamos, exploramos y experimentamos, en conjunto, para facilitar la creatividad del paciente para la solución de su problema.
Los terapeutas proveemos de nuestra propia interacción con el otro, en esta los clientes aprenden de la experiencia directa de ser tratados de una manera diferente, como personas activas, protagonistas de sus vidas y capaces de enfrentar diversas dificultades.
Algunas ideas a tener presente para mirar a nuestros clientes como autosanadores activos:
Trabajar siempre desde el marco referencial del consultante, es decir, él es el experto en sus problemas.
Destacar los recursos y potenciarlos.
Usar la creatividad del paciente para buscar y encontrar las caminos hacia el cambio.
Nuestros clientes son los agentes primarios de cambio y no el terapeuta.
Los esfuerzos de autosanación del cliente sobrepasan las intervenciones y técnicas.
Los clientes son generativos o activos, y no un mero receptor de intervenciones. Ellos crean mezclando intervenciones con la propia visión que tienen acerca de sus problemas, sus propias ideas de cómo resolverlos y su contexto de vida.
Son participantes activos del proceso terapéutico. Siempre están pensando acerca de si mismos, de los otros y del terapeuta. Están experimentando a si mismos en relación a nosotros, a ellos y a eventos externos del pasado, presente y futuro. Y también actúan en relación a como resolver sus problemas, se prueban a si mismos y a nosotros. En otras palabras, ambos terapeuta y paciente, son activos en el proceso de cambio.
El terapeuta colabora focalizando y encausando la energía creativa de los clientes, permitiendo el desarrollo de herramientas y habilidades que le permitan solucionar sus problemas.
El terapeuta es experto en el proceso, por lo que debe ayudar a sus clientes a clarificar su problema, definir patrones potenciales de cambio y buscar formas para conseguir este cambio dirigido hacia las soluciones.
Mirar al paciente como protagonista de su vida y no padeciente de su mal.
Debemos tener presente que nuestros consultantes son activos en su proceso de cambio, entonces ¿eres capaz de crear pacientes autosanadores activos?
Duncan, B. & Sparks J. (2000). Heroic Clients and Heroic Agencies: Partners for change.
Fort Lauderlade: Nova Southeastern University.
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