Validar: ¿cómo hacerlo eficazmente?
La validación emocional es un proceso esencial en psicoterapia. Los modelos actuales no se conciben sin este pilar fundamental, pero ¿por qué es tan importante? En la década de los 90, cuando Marsha Linehan estaba desarrollando la Terapia Dialéctica Conductual (DBT) observó que ciertos terapeutas conseguían que los consultantes con altos grados de desregulación emocional pudieran responder mejor a sus emociones durante la sesión y tenían mayor adherencia al tratamiento. Al buscar qué era eso que “hacían”, pudo notar que la validación emocional era lo que estaba a la base. Pero, ¿qué es validar?
Validar es comunicar a un individuo, con palabras o acciones, que es escuchado y visto, y que sus respuestas y patrones de conducta tienen validez, teniendo la suficiente seriedad o fuerza para atraer la atención o aceptación. Como dice Marsha Linehan, la validación es la respuesta “sí” a la pregunta ¿puede ser esto cierto?
En psicoterapia, poder validar a un consultante nos ayuda a abrir la comunicación y generar confianza de manera genuina, lo que permite contener, disminuyendo la activación y la sensación de pérdida de control, contribuyendo a que pueda procesar de mejor la información y por ende sea más fácil alcanzar nuevos aprendizajes.
¿Todo es válido?
Podemos validar siempre las emociones, sentimientos, necesidades y deseos. Sin embargo, no todos los comportamientos o pensamientos son válidos, ya que para que lo sean, estos deben ser respetuosos y/o efectivos. Por ejemplo, no debemos validar pensamientos distorsionados, generalizaciones como si fueran hechos concretos, culpas excesivas, juicios o comportamientos dañinos.
¿Cómo validar en psicoterapia?
A continuación, te dejamos 6 niveles de validación propuestos por Linehan, los cuales describen diferentes formas de validar genuinamente en psicoterapia.
Escuchar, observar y describir: es importante mostrarte interesado en lo que te está contando tu consultante, escuchando sin juicio de valor y empáticamente, dejando que se exprese libremente. Presta atención a que tu lenguaje corporal refleje interés.
Reflejar lo que se comunica: ¿expresas que has entendido la esencia de lo que te está comunicando? Es importante poder mostrar que estás entendiendo realmente y no solo repitiendo lo que escuchas. Esto se debe realizar sin interpretaciones.
Expresar lo no verbalizado: en este nivel es importante articular pensamientos, emociones o necesidades tácitas haciéndolas explícitas.
Validar en términos de causa: se intenta mostrar que la conducta actual tiene sentido en términos de la historia del aprendizaje pasado o de su biología.
Validar en términos de contexto presente: evidencia que la conducta tiene sentido en las circunstancias actuales, procurando no validar lo inválido.
Ser radicalmente genuino: en este nivel, más que validar la conducta nos centraremos en la persona. Se trata de ver al otro como un igual y no como a alguien frágil o débil, creyendo en sus capacidades y demostrándoselo de manera genuina y no condescendiente.
El ser consciente de estos niveles puede ayudarte a desarrollar y practicar la validación de una manera más efectiva con tus consultantes.
En resumen, la validación emocional es un proceso esencial en la psicoterapia que implica reconocer y validar los sentimientos y emociones de nuestros consultantes, de manera que los haga sentir comprendidos y no juzgados. También es necesario recordar, que no debemos validar comportamientos o pensamientos inválidos y reconocer la importancia de equilibrar la validación con el cambio. Si prestamos atención a esto, podremos mejorar la comunicación y generar confianza, lo que se verá reflejado en el vínculo terapéutico y por ende en la efectividad de nuestro trabajo como terapeutas.
Viviana del Pino
Psicóloga Clínica Adultos
Instagram @vividelpino_psicologa
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